Introducciones a la literatura filipina en español: Análisis de las obras de Estanislao Alinea,
Luis Mariñas y Delfín Colomé

Cecilia Quirós Cañiza


Escribiendo sobre las características generales de la literatura filipina en español en las primeras páginas de La literatura filipina en castellano, Luís Mariñas y Otero nota tristemente que “[h]oy la expresión literaria de [la] cultura [hispánica en las Filipinas] está en crisis” (Mariñas 7-8). Filipinas, según el autor, “constituye en el Oriente un mundo cultural peculiar y con caracteres distintivos”; un país situado geográficamente en Asia y con sus propias tradiciones y lenguas autóctonas, a la vez influido por su historia colonial, específicamente los tres siglos bajo el dominio español, que resultaba en un florecimiento de literatura filipina escrita en castellano (ibid. 7). Tanto por factores socio-políticos a partir del siglo XIX como por la ignorancia del pueblo filipino —y en general del mundo hispanohablante— de la herencia cultural española en las islas, la literatura filipina en castellano necesita hoy una introducción para las nuevas generaciones.

.....Surgieron así históricamente antologías y libros que pretendían recoger las obras de los grandes autores filipinos en español. Entre ellos se destacan tres obras que tienen como objetivos un análisis y una discusión de la literatura hispanofilipino, desde su comienzo hasta su expresión más sofisticada en todos los géneros literarios. Historia analítica de la literatura filipinohispana (desde 1566 hasta mediados de 1964) de Estanislao B. Alinea (1964), La literatura filipina en castellano de Luís Mariñas y Otero (1974) y La caución más fuerte de Delfín Colomé y Pujol (2000) ofrecen un recorrido histórico de la evolución de la lengua española en las Filipinas, nombran los autores más representativos de cada periodo y dan ejemplares de los textos importantes para investigadores y otros interesados cuyos números, como observa Mariñas, parecen cada vez más reducidos.

.....Historia analítica de la literatura filipinohispana (desde 1566 hasta mediados 1964) de Estanislao B. Alinea se presenta como estudio pedagógico. El autor, abogado y también profesor filipino de la lengua española, dedica su obra a profesores de español y a todos que promueven y conservan el uso del lenguaje en el país. Dirige su libro para el público general, específicamente a los estudiantes filipinos, porque reconoce “la necesidad de que se enseñe el curso sobre los escritores filipinos en español” (Alinea v). Alinea reserva las primeras páginas de su obra defendiendo la utilidad del idioma por su importancia “INTERNACIONAL” y “NACIONAL” (ibid. vii). Alinea tal vez ofrece una explicación de la literatura en general, suponiendo que sus lectores no tienen conocimiento de lo que constituye. Distinto a los otros estudios, Alinea comienza su tomo con una definición del término “literatura filipinohispana” (preferido por el autor y no los términos “fil-hispana” o “hispanofilipino” que aparecen más tarde) y con una nota interesante sobre las escuelas distintas que debaten su comienzo actual. Aquí Alinea concuerda con los historiadores que insisten en que la literatura filipina en castellano apareció poco después de la llegada de Legazpi y Urdaneta y no después de la publicación de las obras de Luís Rodríguez y Varela en 1809.

.....En su introducción, Alinea divide la literatura filipinohispana en siete periodos: Periodo de aprendizaje y preparación (siglos XVI-XVIII), Periodo de desarrollo (1809-1872), Periodo de laborantismo (1873-1896), Periodo de revolución (1896-1903), Periodo de oro (1903-1941), Periodo de decadencia (1942-1945) y Periodo de resurgimiento (1946-1964). Cada capítulo tiene esta estructura básica: una introducción a los periodos con una historia breve y la psicología y la ideología del tiempo, tal vez las razones por el nombre del periodo; las etapas distintas durante el periodo y los temarios; las figuras más representativos y una biografía; un “juicio crítico” o un análisis del valor literario de las obras en cuanto al estilo, forma etc.; y fragmentos de las obras mencionadas. Esta estructura sencilla permite al lector que no tiene mucha información sobre la evolución del lenguaje español en el país un mejor entendimiento de la historia y de las vidas de los autores. Los análisis facilitan la comprensión de los textos destacados y Alinea ofrece una variedad de géneros literarios para estudiar. Otra ventaja de la obra es la mención de muchos autores; Historia analítica tiene una lista muy detallada que incluye las pocas mujeres escritoras. La inclusión de citas, textos y libros de la Biblioteca Nacional, también de notas históricas y literarias importantes (como la rivalidad entre Jesús Balmori y Flavio Zaragoza Cano, la “Justa Poética” o Balagtasan y las leyes que contribuyeron al resurgimiento de la enseñanza de español tras la Segunda Guerra Mundial) hacen que su análisis sea una introducción muy educativa y completa.

.....El estudio de Alinea, sin embargo, tiene sus limitaciones. Se nota que el educador filipino intenta comprender la historia entera de la literatura filipinohispana, pero Alinea da mucha información, especialmente acerca de las vidas de los autores. También la subjetividad del autor es obvia en su defensa de la lengua castellana (su uso de mayúscula, por ejemplo) y en su elección de los autores más importantes después de Rizal (que figuran en el último capítulo del libro). El texto en sí sufre de errores de imprenta y está limitado porque su estudio termina en la década 60 y no incluye la situación actual. A pesar de esto, su obra es una investigación importante; escrito por un filipino, Historia analítica muestra el optimismo en la defensa de la lengua castellana para los filipinos y la esperanza que el idioma siga siendo parte del currículo. Al final de su introducción Alinea escribe: “En fin, la historia de la Literatura Filipinohispana nos descubre, en toda su magnitud, el vasto panorama de la historia de la patria y de las ideas” (ibid. xv).

.....Este panorama de los orígenes de la nación filipina es también el enfoque de la obra La literatura filipina en castellano del crítico español Luís Mariñas y Otero. Como su antecesor, el estudio de Mariñas traza un trayecto histórico de la literatura filipinohispana. Según Mariñas, “[E]ste estudio es un intento de recoger las notas generales y evolución histórica de esta literatura filipina en la lengua común” (Mariñas 8). Los estilos y los puntos de vista de los dos autores, sin embargo, son distintos. Si Alinea toma una perspectiva filipina y pedagógica, Mariñas ocupa otra perspectiva. Su investigación, un tomo corto publicado en Madrid, está dirigido a lectores españoles. Su público es un grupo más sofisticado y letrado (hay comparaciones entre los escritores filipinos y los grandes escritores del mundo hispanohablante como Bécquer, Darío y Martí) que no tiene conocimiento del “hecho diferencial” de las Filipinas ante los otros países asiáticos pero que no necesita una justificación y un análisis largo de las obras. En “Sus características generales,” el primero de seis capítulos, Mariñas introduce el país al pueblo español y las circunstancias paradójicas acerca del florecimiento de la literatura hispanafilipina durante la etapa americana y el olvido del castellano. El crítico estudia “la política, la economía, la historia, la sociología e incluso la religión en Filipinas por su estrechísima vinculación con la literatura” y emplea citas de intelectuales filipinos, estudios previos como el de Alinea y censos actuales de la población filipina que habla español para sus evaluaciones (ibid. 31). Empezando con una historia de cada etapa, Mariñas después lista las figuras más representativas de cada género con una breve biografía y fragmentos de las obras singulares. Más que Alinea, el crítico menciona las tradiciones literarias normalmente excluidas, como las tradiciones religiosas filipinas y la tradición lírica de la mujer filipina. Mariñas también centra su análisis en la importancia de la prensa en el fomento de la literatura filipina en castellano y por ello, el crecimiento de la conciencia nacional.

.....Mariñas dedica un capítulo al periodo decisivo en el desarrollo de esta conciencia nacional. “La literatura nacionalista,” título de la etapa que comprende del año 1873 hasta 1903, es un conjunto de los Periodos de laborantismo y revolución de Alinea. Bajo este término “corriente,” el crítico español abarca una historia más completa de géneros distintos, escritores y cambios de ideología, y también facilita el estudio mejor de las obras mencionadas para los lectores. Mariñas mantiene, sin embargo, la apelación aceptada “La edad de oro” para hablar de la literatura de los años 1903 a 1942, aunque extiende esta etapa hasta la muerte de Carlos M. Recto en 1960. Los Periodos de decadencia y de resurgimiento en Historia analítica aparecen en el libro de Mariñas bajo el capítulo “La literatura fil-hispana en los últimos años: La obra de las nuevas generaciones.” Distinto al profesor filipino que termina su estudio en los años 60 con un tono optimista ante el futuro del idioma en las islas, Mariñas observa, desde su lugar una década después de la publicación de Historia analítica, el fracaso de los proyectos filipinos de restablecer el español. Volviendo la mirada, el crítico observa que el español “parecía ofrecer un futuro literario no sólo abundante, sino de calidad” (Mariñas 51). Las escasas obras publicadas y la pérdida gradual de las últimas generaciones de escritores filipinos y defensores del castellano, sin embargo, dejan un colorido triste al final de su estudio.

.....El sentido de pérdida y malogro se ve más aún en La caución más fuerte de Delfín Colomé y Pujol, un diplomático, abogado, músico y escritor español. Parecida a la obra de Mariñas, la de Colomé, escrita cuando fue Embajador de las Filipinas para completar sus estudios académicos y como preparación para su “misión” diplomático en las islas, intenta “servir de introducción a Filipinas para…españoles…” (Colomé). (También hay que notar un motivo personal en su obra; su mujer, Elena, es filipina y el estudio está dedicado a ella.) “[U]n libro sencillo,” confiesa Colomé de su investigación de 2000, “que además, tiene la pretensión de serlo”, La caución más fuerte tiene como objetivo “desentrañar el sentido que dicha fecha —1898— haya podido tener en una literatura como la filhispana…cuyas características hispánicas, aun con sus singulares peculiaridades, no desmerecen ni mucho menos en comparación con aquellas que puedan darse en Hispanoamérica” (ibid. 4). Como las historias analíticas anteriores, el diplomático ofrece un recorrido de la historia de las Filipinas y los comienzos de la literatura filipina, apoyado por textos históricos y legales y citas de pensadores como Agoncillo, Retana y Molina. También da una breve biografía de las figuras representativas de cada periodo y fragmentos de sus obras más destacadas. Sin embargo, La caución más fuerte no se presenta como un estudio muy objetivo; se nota en la obra de Colomé una perspectiva sentimental desde el punto de vista español.

.....La caución más fuerte está dividido solamente en dos secciones: la primera parte está dedicada a la historia antes del gran Desastre de 1898—la pérdida de las colonias ultramares de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y la segunda dedicada a la historia después del dicho año. En la primera sección el autor toma una postura demasiado optimista sobre el proyecto colonial español, subrayando la homogeneidad de la sociedad filipina en aquel tiempo y defendiendo la noción de que no había una “conquista” real de las islas en el sentido violento de la palabra. La llegada de los Borbones al trono cambió esta igualdad entre los nativos y los españoles y puso en marcha los movimientos reformistas y revolucionarios que culminaron en el Desastre de 1898. Según Colomé, la ejecución de José Rizal, “por la reacción española —alentada por la Iglesia que ve en el escritor a un irreductible masón— es uno de los errores más graves de la historia de España del siglo XIX” (ibid. 18).

.....Rizal, por supuesto, figura mucho en la obra de Colomé dentro del primer apartado. Aquí Colomé identifica tres periodos distintos de la literatura filipina en español: literatura hecha por los religiosos (o ladinos) (1521-1800), literatura civil (1800-1870) y literatura de protesta de valor literario y de varios géneros (1870-1903). Además de Rizal, el diplomático destaca los autores Isabelo de los Reyes, Apolinario Mabini, José Palma y León Ma. Guerrero, entre otros. En el segundo apartado Colomé trata de los años 1898 hasta 1930, sus fechas para la Edad de Oro. Colomé identifica sólo trece escritores en orden cronológico (no de géneros) y entre ellos no hay ninguna mujer que merezca ser parte de su lista.

.....Si Colomé limita su análisis de los escritores fil-hispanos en su obra, optando por elegir los autores de más valor literario en su estimación, limita aún sus observaciones históricas. Aunque da un buen fundamento histórico de los factores que influyeron el desarrollo de la literatura nacional, Colomé explica, de manera crítica y defensora, las dificultades de arraigar y difundir el idioma bajo el reino español (la tradición oral en las Filipinas, los dialectos distintos, el desacatamiento de las leyes educativas por los religiosos etc.) y la exigencia del idioma inglés y el sistema progresivo de educación norteamericana en el siglo XX. Sin ocultar su subjetividad “colonial” ante la pérdida de la lengua en el archipiélago —la lengua como “la caución más fuerte” de una cultura, como escribió Fernando Ma. Guerrero— Colomé termina su obra con esta opinión: “la historia del español en Filipinas es, en definitiva, una triste historia de planteamientos espúreos, dejaciones, paradojas, malos entendidos; llena de errores tácticos y estratégicos (ibid. 133).

.....Las historias distintas de la literatura filipina en castellano tienen cada una sus propios puntos fuertes y limitaciones según los motivos de los autores, la disponibilidad de archivos y las perspectivas nuevas que ofrecen los periodos en que escriben los autores. En su conjunto, las obras de Alinea, Mariñas y Colomé revelan un trazado rico de la tradición literaria española en las Filipinas. El estudio de Mariñas, sin embargo, por su estilo y presentación, parece ser la introducción más asequible y objetiva para un lector, tanto filipino como español, que no tiene conocimiento de la literatura filipina en castellano ni de la historia colonial del país. Dado esto, exige a los investigadores contemporáneos de la literatura fil-hispana una nueva historia analítica que renueve la lista de escritores para comprender a los escritores actuales, como Paulina Constancia, Edmundo Farolán, Marra PL Lanot, entre otros, y que considera la red como nueva forma de difundir el idioma y la literatura. Esta nueva edición tal vez puede incluir una sección crítica de las obras, con referencias a otros escritores y teorías literarias (el orientalismo, el modernismo etc.). Necesita también una bibliografía completa de las obras primarias de los escritores de cada periodo (y su localización) y de las obras secundarias o los textos críticos, que falta en los estudios de Alinea, Mariñas y Colomé. Esta nueva historia analítica no será, entonces, otro preámbulo sino una continuación en profundidad a la investigación de la literatura filipinahispana.



Referencias

Alinea, Estanislao B. Historia analítica de la literatura filipinohispana (desde 1566 hasta mediados de 1964). Manila: Imprenta los Filipinos, 1964.

Colomé y Pujol, Delfín. La caución más fuerte. Manila: Instituto Cervantes, 2000.

Mariñas y Otero, Luís. La literatura filipina en castellano. Madrid: Editora Nacional, 1974.


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Tomo XVI, no.3,
Invierno 2012-13
,

Director: Edmundo Farolán
Isaac Donoso
Subdirector, Redactor




En este número:

Editorial

El Documental "El Idioma Español
en Filipinas" se proyecta en Manila

Javier Ruescas

El documental sobre el idioma
español en Filipinas

Guillermo Gómez Rivera

Introducciones a la literatura filipina
en español:
Análisis de las obras de
Estanislao Alinea,
Luis Mariñas y Delfín Colomé

Cecilia Quirós Cañiza

Isaac Donoso y Andrea Gallo:
Literatura hispanofilipina actual

Jorge Molina del Callejo

Intertextualidad hispanoamericana
en las letras hispanofilipinas

Manuel García Castellón

Carpe diem en el poema “Manila”
de Fernando Ma. Guerrero:
Las conexiones del presente,
pasado y futuro

Therese Chua

El recuerdo y la resistencia:
Poética de
Enrique Fernández Lumba

Jad B. Monsod

Alemania alerta en las Filipinas
Carlos A. Font Gavira

Bitácoras Filipinas en español
Roberto Rico


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