Navigation
Revista Filipina, Segunda Etapa. Revista semestral de lengua y literatura hispanofilipina.
Invierno 2013–Primavera 2014, Vol. 1, N
úm. 2

RESEÑAS Y COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS
PDF: Lengua española en Filipinas–Donoso
PDF: Invierno 2013 – Primavera 2014


Isaac Donoso Jiménez (ed.),
Historia cultural de la lengua española
en Filipinas: ayer y hoy

Madrid, Verbum, Colección Menor, 2012, 572 pp.
[ISBN: 978-84-7962-812-3].



Era cuestión de tiempo que el Prof. Isaac Donoso, tras la edición de More Hispanic than We Admit. Insights into Philippine Cultural History1 y la publicación de Literatura hispanofilipina actual2, encontrase la ocasión de realizar el estudio histórico acerca de la extensión de la lengua española en el Archipiélago Filipino con el objetivo de contextualizar adecuadamente su estado actual y poder no sólo valorar la complejidad lingüística de la Filipinas contemporánea sino también diseñar estrategias capaces de revertir los efectos desintegradores de la diglosia y el consiguiente subdesarrollo.
      Historia cultural de la lengua española en Filipinas: ayer y hoy delimita sincrónica y diacrónicamente la extensión, el alcance y los usos del español en la Filipinas histórica y actual a través del análisis exhaustivo de los fenómenos lingüísticos, políticos y socio-culturales característicos del proceso de transformación y apropiación instrumental de una segunda lengua por parte de la población autóctona, como pueden ser la pidginización, la criollización o la naturalización. Se delimitan en esta obra por primera vez los diferentes estratos de penetración lingüística del español en Filipinas: español de tienda (pidgin), chabacano (criollo) y español filipino (dialecto). Hasta el momento se confundían y mezclaban las variedades lingüísticas, lo que ha perjudicado enormemente no sólo al propio objeto de estudio, sino también al juicio (o prejuicio) que de la penetración real del español en el archipiélago se tenía. A partir de ahora ya no podrán haber dudas: el español fue y sigue siendo, parte del escenario lingüístico filipino. 
      Como no podía ser de otro modo, dado que la extensión del objeto seleccionado exigía una aproximación multidisciplinar, el autor recurre, con buen criterio, a la colaboración de ocho reputados especialistas en la materia de cuyo trabajo coordinado ha resultado este volumen: una aportación sin precedentes a la historiografía lingüística hispanofilipina.
      La obra comienza con un Prefacio en español, pero seguido de sus traducciones chabacana y filipina, cuya lectura es francamente reveladora para el lector hispanohablante que se descubre entendiendo chabacano sin apenas dificultad. Tras hacer experimentar al lector el núcleo de la obra, se despliega una disposición de las fases históricas de la extensión del español en Filipinas: “Asianización de la lengua española”, “El español como lengua filipina” y “La lengua española en la Filipinas contemporánea”.
      La primera parte, “Asianización de la lengua española”, reconstruye el proceso histórico de difusión del español desde las traducciones de supervivencia del siglo xvi hasta la cima de la literatura filipina en español y culmen del humanismo filipino finisecular, José Rizal.
      José Eugenio Borao, especializado en la presencia española en China, concretamente en Taiwán
3, encabeza la obra con un trabajo titulado “‘Escuela de traductores de Manila’: Traducciones y traductores en la frontera cultural del Mar de China (Siglos xvi y xvii)”, un análisis de la labor de traducción cultural realizada por los misioneros, en cuya continuidad se fundamenta el tratamiento de “Escuela”. También en este contexto de traducción misionera Joaquín García-Medall, autor de Vocabularios hispano-asiáticos4, examina pormenorizadamente “Los primeros préstamos hispánicos en Tagalo”; Mara Fuertes Gutiérrez da cuenta de la representación de “Las lenguas de Filipinas en la obra de Lorenzo Hervás y Panduro (1735-1809)” y Joaquín Sueiro Justel5 explicita “La política lingüística española en Filipinas” en este primer siglo de expansión.
      La contribución del editor a esta parte es especialmente intensa mediante la investigación de: “El Barroco filipino”, “El aljamiado filipino hispano-moro y la escritura
ŷāwī”, “Orígenes del chabacano: la Társila zamboangueña” y “La lengua de José Rizal”. Tales trabajos, junto a los ya enumerados, ponen de manifiesto que el proceso de recepción del español en Filipinas no fue una asimilación pasiva, sino más bien una recodificación crítica en la cual tanto la filipinización del español como la latinización del tagalo se operaron de forma estrictamente selectiva.
      Bajo el título “El español como lengua filipina” se inicia una segunda parte de carácter eminentemente lingüístico y sociolingüístico. John Lipski, quizás el mejor conocedor de las variantes hispánicas del archipiélago, asume la labor de analizar las “Características lingüísticas del español filipino y del chabacano”. Por su parte, Isaac Donoso articula los aspectos sociolingüísticos en los tres capítulos restantes: “Sociolingüística histórica del español en Filipinas”, “El español y la historia de la lectura en Filipinas” (en colaboración con Heidi Macahilig-Barceló) y “El español y la política lingüística filipina”.
      Por último, la tercera parte, rotulada “La lengua española en la Filipinas contemporánea”, comienza con el capítulo de Florentino Rodao
6, “El español durante la Guerra Civil: las revistas idiologizadas”, un estudio del impacto de la guerra civil española en la prensa filipina que enumera los medios de comunicación en español de la época y examina su influencia en la opinión pública sobre el idioma español, postura que se desvela íntimamente relacionada con la adoptada frente al catolicismo.
      A continuación, “El español y la identidad filipina” de Fernando Ziálcita Nakpil
7 ofrece una perspectiva antropológica de la cuestión identitaria tal como la experimenta el individuo filipino en su vivencia diaria de la desigualdad, el mestizaje o la normalidad. La conclusión de su estudio es que la identidad filipina resulta aporética por estar definida en un dominio inadecuado, lo que le lleva a proponer un giro hermenéutico como solución. Según Ziálcita, si la Filipinas actual, en lugar de definirse como asiática u oriental frente a Japón o Corea, interpretase su propia historia en clave hispánica y proyectase la acción hacia el Pacífico podría aprovechar su ubicación geográfica para participar en la política económica de los países de la cuenca del Pacífico, como pueden ser Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, México, Perú, Chile, todos ellos en gran medida hispanohablantes.
      Los dos últimos capítulos retoman el problema fundamental de la Filipinas contemporánea que podría sintetizarse en la pregunta: ¿cómo construir una identidad nacional sin nación?
      Andrea Gallo, director de la Colección Oriente de literatura hispanofilipina, contribuye con un trabajo titulado “El sino actual de la literatura filipina en español”, en el cual, tras hacer un repaso de la fractura histórica provocada por la Segunda Guerra Mundial, el intervencionismo lingüístico estadounidense, la erradicación del español y el fomento de la diglosia, enumera los autores contemporáneos que dan prueba de la continuidad de la literatura hispanofilipina y las posibilidades de expansión económico-cultural.
      El último capítulo de Isaac Donoso, “El español como medio de expresión en la Filipinas actual”, diagnostica los problemas actuales más acuciantes y señala posibles vías de solución. Entre los problemas se detectan la deficiente crítica y edición de la literatura filipina así como la carencia de un canon textual bien establecido. Entre las vías de solución, se reconoce la acertada labor realizada por la Biblioteca «Clásicos Hispanofilipinos» del Instituto Cervantes de Manila, que desde 2009 publica de forma regular ediciones críticas de obras calificadas como “clásicas” de la literatura filipina escrita en español, y se señalan las posibilidades de expresión ofrecidas por los nuevos medios de comunicación electrónicos, entre los que cuenta el espacio crítico mantenido por esta misma Revista Filipina.
      En síntesis,
Historia cultural de la lengua española en Filipinas: ayer y hoy ha efectuado una reconstrucción científica y culturalmente imprescindible para la historia y la actualidad de un país, y revela un fenómeno lingüístico ciertamente insólito. Mientras el español como lengua materna y su variante hispanofilipina se extinguen, en la actualidad aumenta el número de hablantes del español estándar debido a las posibilidades culturales y económicas que este ofrece. La lengua clásica del país resulta ser el medio de expansión hacia el futuro. La investigación directa y eficaz permite comprender aquí la lengua española como raíz liberadora, anclar una identidad nacional en la propia tradición hispanofilipina y proyectarla hacia un futuro de carácter global.
Stacks Image 1357
___________
1  I. Donoso (ed.), More Hispanic than We Admit. Insights into Philippine Cultural History, Quezon City, Vibal Foundation, 2008.
2  I. Donoso y A. Gallo, Literatura hispanofilipina actual, Madrid, Verbum, 2011.
3  J.E. Borao, The Spanish Experience in Taiwan 1626-1642. The Baroque ending of a Renaissance endeavor, Hong Kong, Hong Kong University Press, 2009.
4  J. García-Medall, Vocabularios hispano-asiáticos. Traducción y contacto intercultural, Soria, Diputación provincial, 2009.
5  J. Sueiro Justel, La política lingüística española en América y Filipinas (siglos XVI-XIX), Lugo, Tris Tram, 2002; Historia de la lingüística española en Filipinas (1580-1898), Lugo, Axac, 2007; La enseñanza de idiomas en Filipinas (siglos XVI-XIX), Toxosoutos, Noia, 2002.
6  F. García Rodao, Franco y el imperio japonés. Imágenes y propaganda en tiempos de guerra, Barcelona, Plaza y Janés, 2002.
7  F. Ziálcita Nakpil, Authentic Though not Exotic. Essays on Filipino Identity, Quezon City, Ateneo de Manila University, 2005.


Stacks Image 1363